Trucos y consejos a la hora de colocar y ubicar los altavoces
El factor, para mí, más determinante en el resultado acústico final en la instalación de un equipo de música, cine en casa, o cualquier sistema audiovisual, es la ubicación de los altavoces.
Esto es debido a que ellos son los encargados de “mover” el aire que llegará hasta nuestros oídos y nos hará creer que estamos delante de nuestra banda favorita, o dentro de la escena de una peli. Pero esto solo ocurrirá si proporcionamos a nuestras pantallas acústicas las condiciones adecuadas para que se produzca tal milagro, y esto puede ser una tarea fácil, o muy compleja, ¡caprichos de la acústica!
Y entonces, ¿qué factores influyen de manera tan decisiva en el comportamiento de nuestras cajas acústicas? (evidentemente el resto de componentes del equipo: reproductor en red ó CD, blu-ray, giradiscos, amplificador, previo, etapa de potencia, cableados, etc… son igual o más importantes que los propios altavoces, pero no es eso de lo que vamos a hablar ahora). En este momento vamos a centrarnos en explicar cómo conseguir para nuestras pantallas unas buenas condiciones de trabajo.
-La separación entre cada una de esos altavoces y las paredes es quizás lo más audible, así que deberemos tener muy en cuenta, en función del tamaño de dichos bafles y de sus características, cuánto queremos distanciarlos de paredes y rincones para conseguir que se comporten de una determinada manera. De esta forma, si acercamos las pantallas a la pared, se enfatizaran las frecuencias bajas, pero a costa de perder algo (o mucho, depende), de limpieza en el sonido. Con los rincones ocurre lo mismo pero el efecto es todavía mayor. En mi opinión hay que procurar evitar arrinconar mucho nuestras pantallas. Mi consejo, de cualquier manera, es ir probando y escuchando hasta encontrar “el sitio”. Otra forma de incrementar los graves de nuestras cajas es acercarlos entre ellos, esto también realza las frecuencias bajas, pero seguramente nos quedará una escena sonora menos abierta, como es lógico.
-Los materiales de las paredes, en relación con el punto anterior, modifican el comportamiento de nuestros parlantes. En general, cuanto más sólidas sean menos penalizaran el sonido, y cuanta menos solidez más resonancias indeseables crearán. Por tanto, el consejo será alejar algo más nuestros altavoces de las paredes si estas son poco sólidas, tipo pladur o ladrillos de poco grosor, por ejemplo.
-La localización dentro de la sala también determina el comportamiento de nuestro equipo, y en este caso el consejo será orientar nuestra posición de escucha y, por tanto, también los altavoces a lo largo de la sala, aprovechando la máxima longitud de la misma. Una excepción a esta norma será si utilizamos monitores pequeños en una sala bastante grande. En este caso, quizás nos interese localizar el equipo y nuestra posición de escucha en una parte reducida de la sala buscando una audición de campo más cercano.
-Desacoplo. Hay que tener en cuenta que la situación ideal de una caja acústica sería estar flotando en el aire para transmitir el mínimo de vibraciones a los objetos que la rodean. Una vez entendido esto, podemos explicarnos la misión de esas puntas “asesinas” que traen muchos altavoces, que es buscar el mínimo contacto con la superficie donde los apoyamos. Así pues, trataremos de utilizar las puntas, o en su defecto alguna base de goma (algo menos eficiente) y evitaremos, en la medida de lo posible, alojar los altavoces en el mismo mueble donde se encuentra la electrónica de nuestro equipo, ya que esas vibraciones procedentes de las cajas acústicas, además de afectar al resultado sonoro del altavoz, también perjudicarán el funcionamiento de los distintos componentes del sistema.
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_Altavoces de suelo / Columnas
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Joaquín Arcusa – Jefe del Equipo de Instaladores de Novomusica